Cuando hablamos de la evolución de la tecnología móvil, un nombre que no puede faltar es el Nokia Mobira Cityman. Este teléfono, conocido popularmente como el “ladrillo”, fue uno de los primeros dispositivos portátiles que revolucionaron la forma en que nos comunicamos. A día de hoy, más de tres décadas después de su lanzamiento, sigue siendo recordado como un pionero de los teléfonos portátiles.
Un gigante de la tecnología: El Mobira Cityman
El Nokia Mobira Cityman 900, que fue lanzado en 1987, marcó un antes y un después en la industria de las telecomunicaciones. En ese momento, el concepto de un teléfono que se pudiera llevar en la mano y usar sin cables parecía salido de la ciencia ficción. Sin embargo, Nokia logró hacerlo realidad. No era precisamente un dispositivo ligero o compacto, pesando alrededor de 800 gramos, pero ofrecía algo revolucionario: movilidad.
Uno de los aspectos más memorables de este teléfono era su tamaño. Comparado con los smartphones de hoy, el Cityman parece una auténtica «pieza de museo», lo que le valió el apodo de teléfono ladrillo. Con un cuerpo robusto y voluminoso, era más una herramienta de trabajo para empresarios y profesionales de alto nivel, algo que marcó el inicio del teléfono como símbolo de estatus.


Características del Nokia Mobira Cityman 900
A pesar de su apariencia poco práctica para los estándares actuales, el Cityman era una maravilla de la ingeniería en su época. Aquí algunas de sus características más destacadas:
- Peso: 800 gramos.
- Batería: Una autonomía de hasta 8 horas en espera y 1 hora en conversación, lo que era increíble para la época.
- Red: Funcionaba en la red NMT 900, una de las primeras redes celulares analógicas.
- Antena: Una larga antena que era una característica indispensable para captar la señal.
Si bien estas especificaciones hoy en día pueden parecer limitadas, en su momento eran consideradas innovadoras. No era solo un
La importancia del Nokia Mobira en la historia
El Nokia Mobira Cityman se lanzó en un momento clave en la evolución de la tecnología móvil. Era uno de los primeros teléfonos portátiles que permitían a los usuarios moverse mientras realizaban llamadas, sin estar atados a un lugar específico. Esto fue un gran avance en comparación con los teléfonos fijos y los primeros móviles de coche, que necesitaban ser conectados a una fuente de energía.
Uno de los momentos más icónicos en la historia del Cityman fue cuando el presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, fue fotografiado usando uno durante una visita a Helsinki en 1987. Esta imagen ayudó a consolidar la fama del Nokia ladrillo como un símbolo de estatus y poder.
Este teléfono, con su presencia tan imponente, evocaba una sensación de innovación y exclusividad. Si bien el Cityman 190 y el 170 eran modelos similares, cada uno tenía sus pequeñas variaciones, como los botones o la compatibilidad con distintas redes. Aunque el diseño de antena podía cambiar, la esencia seguía siendo la misma: un dispositivo revolucionario.
¿Por qué se conocía como «El Ladrillo»?
El apodo «teléfono ladrillo» no era solo por su forma rectangular y robusta, sino también por su peso considerable. Aunque hoy en día estamos acostumbrados a dispositivos que caben cómodamente en la palma de la mano, en los años 80 llevar un Mobira Cityman implicaba literalmente cargar con un «ladrillo» en el bolso o maletín.
El diseño del Cityman fue un reflejo de las limitaciones tecnológicas de la época. Para poder alojar la batería, la antena y los componentes necesarios para conectarse a una red móvil analógica, se requería un cuerpo mucho más grande de lo que hoy consideraríamos práctico. Pero lo que el Mobira Cityman carecía en estilo compacto, lo compensaba con su impacto cultural. Ser propietario de uno de estos teléfonos significaba estar a la vanguardia de la tecnología.

La competencia en el mercado de los primeros móviles
En su momento, Nokia no era la única empresa que experimentaba con teléfonos portátiles. Empresas como Motorola ya habían lanzado dispositivos móviles como el DynaTAC, que también era conocido por su gran tamaño y peso. Sin embargo, Nokia logró establecerse rápidamente como un referente en la industria, y el Cityman fue clave en ese proceso.
Lo que diferenciaba al Nokia Mobira de otros teléfonos era su capacidad para operar en la red NMT 900, una de las primeras redes móviles analógicas que permitía una mejor cobertura en áreas rurales y urbanas. Esto le daba una ventaja competitiva frente a otros dispositivos que dependían de redes menos extendidas.
Evolución de los teléfonos portátiles: Del «Ladrillo» a los Smartphones
El Mobira Cityman puede parecer un dinosaurio comparado con los smartphones actuales, pero sentó las bases de lo que vendría después. En los años siguientes, Nokia continuaría innovando en el mercado móvil, lanzando dispositivos más pequeños y con mejores funcionalidades. En apenas una década, los teléfonos móviles pasaron de ser herramientas exclusivas para empresarios y personas adineradas a convertirse en un artículo de uso cotidiano.
El legado del Nokia Mobira Cityman
Hoy en día, los Cityman se consideran piezas de colección. Su legado no solo radica en ser uno de los primeros móviles portátiles, sino también en la forma en que cambió la percepción de la tecnología.
El Nokia ladrillo demostró que la tecnología móvil podía ser portátil, incluso si al principio era algo engorroso de llevar.
Aunque ya no lo vemos como un dispositivo práctico, su diseño icónico y su lugar en la historia tecnológica aseguran que el Mobira Cityman siga siendo recordado como una de las primeras piedras (o «ladrillos») en la construcción de la industria de la telefonía móvil.

La evolución de los primeros Móviles Nokia: Un viaje al pasado tecnológico»
En esta web puedes explorar otros emblemáticos modelos de Nokia que dieron forma a la historia de los teléfonos móviles en los años 80. El Nokia Mobira Senator, el primer Nokia lanzado por la compañía, es una pieza esencial en la evolución de la comunicación móvil.
También puedes encontrar el Nokia Mobira Talkman, un innovador modelo portátil que representó un avance significativo en la movilidad y el diseño de los teléfonos móviles. Estos dispositivos no solo marcaron una era, sino que también influyeron en el desarrollo de la tecnología móvil tal como la conocemos hoy.
Reflexión Final
El Nokia Mobira Cityman es mucho más que un simple teléfono de los años 80. Representa el inicio de una revolución tecnológica que ha transformado nuestras vidas. Su apodo de «ladrillo» puede parecer despectivo, pero en realidad es un símbolo de su durabilidad y del impacto que tuvo en la historia de las telecomunicaciones.
Hoy en día, recordamos estos primeros teléfonos portátiles no solo por su tamaño, sino por el cambio que trajeron al mundo. Y aunque su peso de 800 gramos puede parecer una carga, en su momento representaba la libertad de poder estar conectado desde cualquier lugar, algo que antes parecía imposible.